miércoles, 27 de febrero de 2013

Crónica de una renuncia anunciada.


CRÓNICA DE UNA RENUNCIA ANUNCIADA


“A las ocho de la noche (hora de Roma) la Santa Iglesia Romana quedará vacante. Benedicto XVI ha pasado a ser Sumo Pontífice emérito”

Recibí una llamada el pasado lunes 11 de Febrero por la mañana.  Luego de conversar sobre el tema al que se debía la llamada, me comentan a forma de epílogo: EL PAPA HA RENUNCIADO.  Situación que me generó duda e incredulidad.

Ingresé a las redes sociales, y efectivamente EL PAPA HABÍA RENUNCIADO. Páginas oficiales de la Santa Sede, creyentes, anunciaban con algo de sorpresa su aceptación a determinada decisión y respaldo al Sumo Pontífice. Resaltan que es un gesto de humildad y valentía. Un gesto digno de elogiar.
Los diarios al día siguiente, hacen de sus primeras planas la foto del Santo Padre, tal cual hubiera fenecido y la iglesia se preparará para un próximo cónclave. Espacios televisivos crean un segmento en honor de la coyuntura que ha iniciado esta renuncia. Suenan rumores de los posibles sucesores y hasta se habla de un Papa Africano.

El Papa ha reunido a la curia romana, y aprovechando el motivo de la reunión que los citaba – una causa de canonización – lanza al mundo su mensaje: CONSCIENTE DE MI FALTA DE FUERZAS RENUNCIO AL MINISTERIO PETRINO. Gesto digno de elogiar y también de imitar, para otros tantos que se enquistan en el Poder, y que aún con sus limitaciones y errores sonados a vox populi, por terquedad, no lo abandonan. 

Reconozco que en la Audiencia General del Papa, en la que tuve la suerte de participar, el dos de marzo del año 2011, en Roma, pude apreciar su cansancio y su ya notoria ancianidad, pero nunca pensé esta resolución de su parte.

Subo a un taxi a los dos días de anunciada la renuncia, y el hombre del volante me recalca algunos errores de la iglesia, y por supuesto también las virtudes. Me menciona que Benedicto XVI no es como Juan Pablo II, que es muy frío, que no tiene carisma. Y que está renuncia – no dada hace más de cinco siglos en el papado – es por algo, porque algo anda mal.

Efectivamente, estando en Orlando, Florida, vi en una cadena de Televisión Mundial, algunas supuestas causas de la renuncia del Papa: Él había encargado investigar a tres cardenales de su entera confianza, supuestos actos de corrupción dentro de la Santa Sede. Los resultados no fueron muy alentadores, por cual el Papa, con sabiduría pensó – creo yo – esto lo debe solucionar alguien más joven, con más fuerzas. Hoy, también un diario de circulación nacional ha publicado en primera plana: BOTAN DEMONIOS, calificando a los tres cardenales investigadores como los “007”. En fin, especulaciones, o realidades, el tiempo y la verdad han de dictar sentencia sobre los supuestos.

Luego de anunciar su renuncia, el Santo Padre ha recibido el caluroso afecto de miles de católicos, presentes en la ciudad eterna (peregrinos) y de otros miles por las redes sociales.
Si bien es cierto Benedicto XVI, fue el sucesor de un gran Papa, lo cual le jugo mal al ser comparado por muchos con su antecesor, ha sabido llevar las riendas de la Iglesia, con tranquilidad, humildad y sencillez. Su personalidad un poco tímida, por su misma condición de haber sido durante 25 años prefecto para la congregación de la doctrina de la Fe, se ha ido moldeando y adaptando durante los casi ocho años de su pontificado. 

Una mente poderosa y un “humilde trabajador de la viña del señor” pueden describir su personalidad. Personalidad acompañada de humanidad, al tocar un piano y de otro tanto de realidad humana al tener un hermano sacerdote que comparte con él tiempo como una familia común y corriente.

 La cátedra de Pedro, quedará vacante el Jueves 28 de Febrero a las 20:00 horas (hora de Roma). El Santo Padre, - que llevará el título de Sumo Pontífice emérito, vestirá Sotana Blanca y usará zapatos marrones – tomará un descanso durante dos meses en la residencia Papal de Castelgandolfo, tiempo en el que tardaran las refacciones del convento “MATER ECCLESIE” ubicado en la Santa Sede, para su posterior uso por el Sumo Pontífice Emérito hasta el final de sus días. Así mismo su secretario particular. Arzobispo Georg Ganswein – consagrado obispo en la fiesta de la epifanía del Señor por Benedicto XVI – continuara siendo su principal colaborador y auxiliar.


No sabemos si volverá a aparecer públicamente Joseph Ratzinger. No sabemos si volverá a ser visto o tener contacto con fieles y prelados que diariamente visitan la Santa Sede. Pero sabemos que ha sido un Hombre de Dios valiente al renunciar a tan alta dignidad para dar paso a alguien que puede sobrellevar y solucionar la carga.

Las ventanas de Cristal del balcón de bendiciones de la basílica de San Pedro, se abrirán a partir de la quincena de marzo. Luego que los cardenales lleguen a un consenso y elijan al 266º sucesor de San Pedro. Una fumata blanca anunciará al mundo el HABEMUS PAPAM. ¿Qué tipo de Papa necesita la Iglesia? Uno joven, enérgico, cercano a la feligresía. Uno que haya sufrido para poder entender el sufrimiento. Uno que sea duro para combatir errores y carismático para pastorear a sus ovejas. Uno que sepa llevar la barca de la iglesia a adaptarse a los nuevos tiempos. Un Papa cuyo plan de gobierno – al igual que Benedicto XVI – sea la voluntad de Dios.

GRACIAS SANTO PADRE, GRACIAS POR TU HUMILDAD Y TU EJEMPLO DE VALENTIA.