TRANSPORTE
URBANO: REFORMA URGENTE
CUESTIÓN
DEL DÍA A DÍA.
Es ya una costumbre que debemos
digerir día a día, el resistir colas inmensas de autos, canciones a todo
volumen, pasadizos – que deberían estar libres – totalmente llenos y olores no
tan agradables. En teoría las “horas
punta” son por la mañana – cuando los ciudadanos se dirigen a sus trabajos – y
por la tarde – cuando regresan de dónde salieron – pero esto no es tan cierto.
Lima, ciudad moderna, pujante, de los reyes, se ha quedado en el tiempo no sólo
por su colonialismo y tradición, sino también por su sistema de transporte.
Los taxistas, que ejercen el
oficio a tiempo completo o por momentos, se hacen de rogar por las mañanas para
llevarnos a nuestros destinos, cobran lo que quieren, no dan un servicio
eficiente. Hoy en día cualquier cristiano puede coger su carro y convertirse en
un taxista. En muchas ocasiones ésta herramienta de trabajo se ha convertido en
vehículo de delincuencia para: secuestrar, robar, violentar sexualmente, etc.
El no llevar un control sobre los “permitidos” a hacer el servicio de taxi, una
uniformidad en el color y características de los vehículos han hecho que sea
una cuestión de suerte e incertidumbre subir a uno de éstos vehículos para
llegar sanos y salvos a nuestros destinos.
La ciudad de los reyes paso de la
carreta a la combi y a la couster, y ahí se quedó, mas, siempre intentando
acercarse a los requerimientos de las ciudades modernas en lo que a transporte
se refiere.
LA REALIDAD.
Nuestro servicio público se ha
quedado en el tiempo. El Dejar hacer y dejar pasar han sido las políticas de
los Alcaldes Metropolitanos que, dando su brazo a torcer han declinado más de
una vez en el intento de las “reformas”.
Y cuando ya las comenzaron, no tuvieron mano dura para darle frente a
las “mafias” que viven de la renta de combis, couster, etc.
Las rutas extensas que recorren
las líneas de transporte, no son adecuadas. Las horas de trabajo de pilotos y
cobradores sobrepasan las Ocho horas de jornada. La velocidad, el pasar las luces rojas, el
creer que la luz ámbar es el último segundo para llegar a la meta, el recoger y
dejar pasajero en cualquier lugar, entre otros, son parte del vía crucis que
debemos soportar a diario los limeños que hacemos uso de éste servicio.
Pero todos tenemos vela en este
entierro, tanto transportistas como peatones. Los transportistas por no
adecuarse a las normas y los peatones por también, en cierta medida, somos parte
del problema. No nos gusta caminar, queremos que nos dejen en la puerta de
nuestra casa, tomamos el carro en paraderos no autorizados, no respetamos las
señales de tránsito ni caminamos por los cruceros peatonales al momento de
cruzar la pista. La educación es la prevención ante todo flagelo social, por
eso es muy importante que desde la escuela, se eduque en las normas de tránsito
y peatonales a nuestros niños y jóvenes. No es una tarea fácil pero es
necesario que todos nos reeduquemos, tomemos conciencia, que todos nos
resolvamos en llamarnos la atención cuando infringimos las normas, cuando
cruzamos por donde no debemos, etc. Sólo así podremos estar a la altura de
otras ciudades, que también modernas como la nuestra, tienen un tránsito
impecable y moderado.
La circulación de los camiones en
cualquier momento del día (especialmente en la Av. Argentina y la Av. Elmer
Faucett) hace que las vías alternas se conviertan en cuellos de botellas y
espacios infranqueables para circular. Hace algunos días, me tocó vivir esta
experiencia en la plaza dos de mayo, muy cercana la Av. Argentina. Luego de
esperar cerca de 20 minutos para poder cruzar el óvalo que normalmente lo hace
en un minuto – esto debido a inobservancia de normas de tránsito para el cruce
“todos contra todos” y falta del criterio policial – busqué una ruta alterna
hasta llegar al Callao; es durante mi recorrido por la Av. Argentina, a donde
también había llegado el problema del no avance de los vehículos por la vía
congestionada, observé una gran cantidad de camiones que también forman parte
del problema, un problema mayúsculo debido a su tamaño. En otras ciudades del país sólo les está
permitido circular a los camiones de transporte de mercadería, materia prima y
productos, en horas de la noche, o muy temprano en la mañana. Una observación a
tener en cuenta.
CULPABLES? :
FACILIDAD EN CRÉDITOS Y ENTRADA DE VEHÍCULOS DE SEGUNDA MANO.
En los años 80s existía orden –
en la Avenida Abancay por Ejemplo - , pocos autos, pues también la explosión
demográfica no se había dado aún, y una empresa del estado llamada ENATRU PERÚ,
era la encargada de “administrar” los buses que servían para la movilidad de
los ciudadanos. Eran rutas muy cortas, recién proliferaban los conos, los
distritos inmensos.
Lamentablemente nuestros
gobernantes tuvieron la intención, pero no la convicción de apostar por un
sistema moderno de servicio público, como el Metro. Es recién que con el
Presidente Alan García, en la segunda mitad del 80, se empieza una obra de éste
tipo.
En el Gobierno de Alberto
Fujimori, bajo el régimen de “Economía Social de Mercado” se flexibiliza el
control del transporte y se permite la proliferación de las empresas de
transporte, a las cuales sólo les bastaba tener unos cuantos vehículos y
realizar los trámites administrativos correspondientes. Con éstas permisiones
ingresaron las tan célebres “combis”, “cousters” y autos de segunda mano
importados desde Tacna. Los modelos patrón de buses grandes y amplios dejaron
de ser los protagonistas del “carnaval” del transporte capitalino.
Las cooperativas de ahorro,
Asociaciones pro – vehículos, créditos desmedidos, entre otros similares, han
hecho que las pistas no preparadas, y nunca imaginadas para albergar a tantos
autos, colapsen. Han hecho también
posible éste drama del día a día, el desempleo, la necesidad de trabajo, la
informalidad y la vista gorda de la que se hacen los gobernantes. Los créditos
desmedidos y su constante impulso han colaborado a que la ciudad capital
colapse de vehículos tanto como dedicados al servicio público, como de servicio
privado.
LAS MAFIAS,
LOS DATEROS Y LOS PARADEROS.
Conversando una de tantas veces, con un chofer de combi, le
hice algunas preguntas precisas. Me respondió que el carro era alquilado, y
debía pagar 100 soles por este concepto. Que hace alrededor de 4 vueltas (ida y
vuelta de la ruta) y que cada una le demora un promedio de 3 horas. Me dice que
la dueña o dueño tiene un total de 10 unidades, eso quiere decir que recibe
1000 soles diarios. Con un negocio tan prospero ¿Quién va a querer acogerse a
la reforma? . También tengamos muy
presente que los transportistas ganan en “liquido” fuera de gastar gasolina
entre otros, un promedio de 150 o 200 soles diarios. Usted cree que nuestros
amigos transportistas van a desear acogerse a una reforma donde tendrán que
usar una corbata , uniforme, un seguro social y cobrar la mitad o menos de lo
que perciben actualmente al mes? Por supuesto que no.
Un taxista de tantos, haciendo una
conversación sobre el tema, me dice con seguridad de que detrás de la famosa
empresa de transporte “Orión” están políticos y hasta que ésta empresa financió
la campaña de la Señora Susana Villarán. Sólo el tiempo afirmará o negará estas
premisas entre otras que se cocinan en el hablar diario de los ciudadanos de a
píe.
Los dateros, figura casi única en
nuestro país, y que no se observa en otros países de américa latina son los que
se encargan de decir cifras número a la – por lo menos los usuarios – no le
encontramos sentido. Los encontramos en los paraderos y dicen 3 4 2, etc. No le
encontramos lógica pero estos números quieren decir cómo van las otras
unidades, cuantos minutos le llevan entre otras. Eso es fuego en la pólvora
para pisar el acelerador, intentar “alcanzarlo” y hacer la carrerita para ver
quien llega primero. Bueno fuera que con el mismo ímpetu
procurarán cumplir sus rutas completas, sí, porque los usuarios debemos estar
sometidos a la voluntad de los señores que hacen transporte público. Debemos
estar supeditados a su buen humor para que nos lleven a donde su ruta les exige
ir, pero que ellos no quieren ir, porque dan la vuelta en una avenida principal
para aprovechar que por la demanda, hay más “pasajeros” en la ruta.
SANCIONES:
NUEVAS Y EJEMPLARES
Las sanciones en toda sociedad,
intentan regular los comportamientos. Invertir un comportamiento negativo,
fuera de lo permitido, por un comportamiento positivo y de acuerdo a lo que se
espera para el bien de la sociedad.
Las sanciones (multas) se aplican,
pero estas no se cumplen o se dan por omisas. Basta que exploté la conciencia
espontanea de los ciudadanos, para hacer una “batida” de datos y visualizar que
hay choferes que tienen más de 10 papeletas, llegando éstas en su máxima
expresión a un total de 120 por unidad de transporte.
Parte de éste problema es la
inoperancia y la complicidad de la policía nacional, que siendo muchas veces
condescendientes no detienen a estos vehículos para llevarlos al depósito y por
unas monedas terminan dejándolos operar. Nos hemos hecho la reflexión de que si
estos malos choferes hubieran sido impedidos de conducir, cuántas muertes,
atropellados e incapacitados se hubieran evitado? Cuántos hogares no hubieran
sido despertados por la desgracia, la desdicha. Cuantas madres no hubieran
enjuagado sus rostros con lágrimas por la pérdida de sus hijos. No se trata de
ser abusivos y privar del trabajo a los transportistas, se trata de ponderar
intereses y hacer primar el de los
ciudadanos.
Necesitamos la creación de un
registro nacional de choferes incapacitados para manejar, un registro público
donde se pueda visualizar los records de infracciones de las empresas de
transporte. Un control policial eficiente para evitar tantos accidentes y
muertes. Recordemos que la prevención es anticipó a toda desgracia.
Debemos también regular las
sanciones para que no sean abusivas. Los transportistas con justo derecho,
dicen que, en la región Callao se les cobra excesivamente por día, cuando sus
vehículos tienen la desgracia de ser llevados al depósito, esto es cierto.
Fuentes comentan que éste depósito le pertenece a la madre de un ex gobernante
de esta provincia constitucional. Se debe evitar que por ser condescendiente
con el clamor popular, se use y abuse del transportista para saciar la sed de
indignación de la población. Todo debe estar orientado según el marco jurídico
y los derechos fundamentales proscritos en nuestra constitución política.
El IMPACTO SOCIAL:
A TENER EN CUENTA PARA UNA REFORMA.
Es necesaria una reforma, dar
forma nuevamente al sistema de transporte urbano de la capital; y no sólo esto,
también es importante adaptar la ciudad a la estatura de las grandes urbes del
mundo. Nuestros gobernantes esperaron que siempre transitaran por las calles
del centro, la carreta o el tranvía. Jamás esperaron que autos modernos lo
hagan. Es una realidad, debemos ajustar nuestras calles, pistas, aceras,
avenidas, a las necesidades actuales, pero eso es otra conversación.
Toda reforma conlleva
beneficiados y afectados. Pero antes de hacerla es necesario hacer un estudio
del costo – beneficio. Debemos considerar que de aplicar una reforma, miles de
personas perderán el empleo y se quedarán literalmente en la calle. El desorden
social, disturbios, huelga, etc. Son enemigos que necesariamente acompañaran el
camino de la reforma, hay que estar preparados para ello.
Los técnicos y ciudadanos de a
píe deben concertar para hacer viable este añoranza, sin descuidar el problema
social que esto acarreará y buscarle una solución real y efectiva.
MODELOS
EXTRANJEROS.
Inglaterra nos lleva una diferencia notable de años en lo que a
transporte refiere. El Underground construido
hace más de 100 es años, es una ciudad, debajo de la misma ciudad. Posee una
cantidad increíble de líneas y conexiones que, para cualquier visitante pueden
convertirse en un grave problema de comprender. Esto ha favorecido el
descongestionamiento en “la superficie” que es abordado por los tradicionales y
famosos buses de dos pisos, los cuales sólo paran en los bus stop y poseen una
exactitud increíble en el tiempo. Para el que habla, fue una sorpresa y
novedad, ver como se el panel digital del bus stop, con exactitud “inglesa” iba
descontando los segundos que faltaban para que llegue el bus articulado que
esperaba, y éste, al llegar el número 0, llegó con precisión.
Si las autoridades hubieran
continuado lo empezado en la década de los 80 por Alan García – cuando el
transporte era aún manejable – otra sería la historia, pero en fin, así son las
mezquindades de la política.
En Londres, y en las ciudades
inglesas, no se usan monedas ni billetes para pagar el servicio de transporte.
Se usan tarjetas recargables, que son muy prácticas de usar y evitan la
necesidad del “cobrador humano” o la congestión al momento de pagarle al chofer
– cobrador.
Italia forma parte
de la ruta europea por dónde circula el
Eurorail, esto es un sistema de trenes que recorre casi todas las ciudades
de Europa en un tiempo rápido. La comunidad europea está muy acostumbrada a
hacer uso de él, y dado las distancias, muy acostumbrada a ir a países
cercanos, tal como si nosotros fuéramos a Huancayo en unas cuantas horas.
El transporte Italiano público es
moderno y ligeramente variado al de Inglaterra. También cuenta con subterráneo
y buses articulados que también son conducidos por mujeres con total
normalidad. La diferencia es la forma de pago: cuando se desea usar el bus, uno
debe acercarse a una “tabaquería” y comprar el billete, el cual deberá pasar
por un dispositivo al medio del bus. Claro está que si usted desea lo puede
pasar o no, nadie le dirá nada. Si analizamos esto, la cultura italiana es
distinta a la peruana, el italiano sabe que tiene que pasar el billete por el
dispositivo, pero, el peruano qué haría?
Brasil a pesar de ser un país con una gran
cantidad de población, ha sabido llevar adelante la frase de figura en su
símbolo nacional: orden y progreso. El orden de su transporte es certero. Esto
se debe también a la educación vial que imparten a los futuros ciudadanos desde
la escuela y por la cultura urbana de su población. Así es, el orden viene por
añadidura luego de una correcta cultura y educación.
A diferencia de otros modelos, sus buses, que son del mismo
modelo y color, pero variante número y nomenclatura, según la ruta, tiene un
cobrador en la parte interior, un cobrador que recibe el dinero, da el cambio,
y permite ingresar al pasajero. Para los buses no se usa el sistema de tarjeta.
Para el subterráneo, que también conecta a gran parte de la
ciudad, se puede usar tarjeta o monedas. Otra forma de aligerar el tránsito de
“arriba” es mandando a los usuarios “abajo”, esto es a través del subterráneo.
México el supuesto modelo de caos y desorden en transporte, es todo
lo contrario. Tiene un servicio de taxi ordenado que a mi criterio debería ser adoptado
para el transporte de Lima: los taxis dejan de trabajar un día, según el último
dígito de sus placas. Esto ayuda tremendamente a aligerar el tráfico del D.F.
En el D.F. podemos observar la
presencia de un sistema de buses, tipo “Metropolitano” por toda la avenida
reforma. Su sistema de Metro es sobre la pista y conecta a varios puntos de la
ciudad. El sistema de buses, como hemos dicho, se asemeja mucho al que tenemos
aquí en Lima, con el Metropolitano. El sistema de transporte de ésta urbe es señal
de que no sólo debemos centrarnos en la cantidad de autos o el tipo de
transporte, sino en las soluciones y reformas.
SOLUCIONES
Salidas por orden numérico: A
ejemplo de México, y como tiempos
anteriores a los actuales, en el que por la escases del combustible, los
vehículos no circulaban todos los días, el sistema debe adecuarse para que los
taxis que terminan en un número determinado no circulen un día determinado. De
esta manera se estará aligerando considerablemente el tránsito de la ciudad.
La misma dinámica podría
aplicarse para los vehículos de las empresas de servicio y transporte de
mercadería. Consideramos que el uso de
vehículos particulares en ocasiones, es muy necesario y por ello no se les
podría prohibir su circulación en determinados días.
Empadronamiento y Distribución
útil.
El primer paso para una reforma
del transporte es la información de la masa humana. Saber cuántas personas se
dedican al transporte público, cuántas lo hacen como choferes, cuántas lo hacen
como cobradores, cuántos se ven beneficiados directa e indirectamente por
ellos, etc. Todo esto con el fin de prever el impacto social negativo.
Una vez empadronados y
registrados, podríamos empezar a hablar – según el tipo de acción – de una
distribución útil, esto es, por municipalidades, entidades del Estado, etc. Se
debe asegurar que estas personas que dejen de laborar como “transportistas” continúen
llevando el sustento diario a sus hogares.
Tres choferes por unidad.
Un modo progresivo de ir reduciendo el parque automotor, es
emplear tres choferes de una misma empresa, en un solo bus. El turno será de 6
horas, de acuerdo a los estándares internacionales. Esto es que si en Lima existen tres mil buses, usando esta
lógico, se reducirían a mil.
Esta solución ayudará a mejorar el entorno laboral y la salud
de los choferes. Recordemos que muchos de ellos conducen los buses, de manera
excesiva, por más de 12 horas.
Retiro progresivo de unidades
Luego de lo explicado en el punto
anterior, es lógico que deban retirarse progresivamente las unidades de
transporte urbano. Esto es porque en nuestros tiempos hemos sobrepasado
maratónicamente lo que Lima podía resistir en cantidad de vehículos para el uso
del transporte público.
Reforma de rutas y conexiones
Es necesaria una reforma progresiva de las rutas de
transporte. Actualmente – por mencionar sólo algunas – existen las siguientes
rutas:
- ·
Carabayllo – San Juan de Miraflores
- ·
Callao – Cieneguilla
- ·
Carabayllo – Villa el Salvador
- ·
Puente Piedra – Villa María del Triunfo
- ·
La Punta – Chosica
Entre otras de largo recorrido que
desgastan a los choferes y cobradores, que por las rutas extensas obstruyen aún
más las aceras de la capital y que por supuesto suman al stress citadino del
día a día. Que gran cambio existiría si los trabajadores del transporte público
tuvieran un control de salud emocional cercano y continúo. No sólo mejoraría su
salud, sino también el servicio que brindan.
Reformar
las rutas no implica desaparecerlas, sino sólo modificarlas. De esta manera un
bus llegará a un tramo y luego se deberá tomar una “conexión” para llegar al destino final. Acortando distancias, evitando
largas horas en el volante, entre otras incomodidades, se ayudará a hacer más
fluido el transporte público en la ciudad.
Control a taxistas y la promoción de uso de medios masivos de transporte
público.
Ya se ha comenzado el
empadronamiento de taxistas. Aunque ha presentado falencias, faltas de respeto
a los necesitados de éste empadronamiento que se ven obligados a hacer largas
colas para obtener un sello de “regrese” en un papel impreso con la tinta de la
impunidad, se va logrando algo.
A falta de una uniformización en el
color de carrocería de los taxis, se ha optado por colocar una malla de cuadros
blancos y amarillos, ya es algo, pero no lo suficiente.
La unificación y organización de los servicios de taxi debe
ser controlada con la suspensión de días de trabajo (para aliviar la carga en
el transporte), la creación de una base de datos única de taxistas, y los
aportes que los taxistas deben brindar para contar con un seguro y un fondo de
pensiones, entre otros.
Camiones: circulación por horas.
Para finalizar mencionaremos la
problemática generada por la circulación de los camiones en horas de la mañana
y tarde.
Los camiones facilitan la
congestión vehicular en horas de la tarde y de la mañana. Especialmente en
zonas cercanas al primer puerto.
Un transportista me mencionaba que
en Bagua los camiones circulan sólo en horas de la noche y madrugada. No sería
una mala idea adoptar ese modelo.