jueves, 10 de julio de 2014

TRANSPORTE URBANO : REFORMA URGENTE


TRANSPORTE URBANO: REFORMA URGENTE

CUESTIÓN DEL DÍA A DÍA.

Es ya una costumbre que debemos digerir día a día, el resistir colas inmensas de autos, canciones a todo volumen, pasadizos – que deberían estar libres – totalmente llenos y olores no tan agradables.   En teoría las “horas punta” son por la mañana – cuando los ciudadanos se dirigen a sus trabajos – y por la tarde – cuando regresan de dónde salieron – pero esto no es tan cierto. Lima, ciudad moderna, pujante, de los reyes, se ha quedado en el tiempo no sólo por su colonialismo y tradición, sino también por su sistema de transporte.

Los taxistas, que ejercen el oficio a tiempo completo o por momentos, se hacen de rogar por las mañanas para llevarnos a nuestros destinos, cobran lo que quieren, no dan un servicio eficiente. Hoy en día cualquier cristiano puede coger su carro y convertirse en un taxista. En muchas ocasiones ésta herramienta de trabajo se ha convertido en vehículo de delincuencia para: secuestrar, robar, violentar sexualmente, etc. El no llevar un control sobre los “permitidos” a hacer el servicio de taxi, una uniformidad en el color y características de los vehículos han hecho que sea una cuestión de suerte e incertidumbre subir a uno de éstos vehículos para llegar sanos y salvos a nuestros destinos.

La ciudad de los reyes paso de la carreta a la combi y a la couster, y ahí se quedó, mas, siempre intentando acercarse a los requerimientos de las ciudades modernas en lo que a transporte se refiere.

LA REALIDAD.

Nuestro servicio público se ha quedado en el tiempo. El Dejar hacer y dejar pasar han sido las políticas de los Alcaldes Metropolitanos que, dando su brazo a torcer han declinado más de una vez en el intento de las “reformas”.  Y cuando ya las comenzaron, no tuvieron mano dura para darle frente a las “mafias” que viven de la renta de combis, couster, etc.

Las rutas extensas que recorren las líneas de transporte, no son adecuadas. Las horas de trabajo de pilotos y cobradores sobrepasan las Ocho horas de jornada.  La velocidad, el pasar las luces rojas, el creer que la luz ámbar es el último segundo para llegar a la meta, el recoger y dejar pasajero en cualquier lugar, entre otros, son parte del vía crucis que debemos soportar a diario los limeños que hacemos uso de éste servicio.

Pero todos tenemos vela en este entierro, tanto transportistas como peatones. Los transportistas por no adecuarse a las normas y los peatones por también, en cierta medida, somos parte del problema. No nos gusta caminar, queremos que nos dejen en la puerta de nuestra casa, tomamos el carro en paraderos no autorizados, no respetamos las señales de tránsito ni caminamos por los cruceros peatonales al momento de cruzar la pista. La educación es la prevención ante todo flagelo social, por eso es muy importante que desde la escuela, se eduque en las normas de tránsito y peatonales a nuestros niños y jóvenes. No es una tarea fácil pero es necesario que todos nos reeduquemos, tomemos conciencia, que todos nos resolvamos en llamarnos la atención cuando infringimos las normas, cuando cruzamos por donde no debemos, etc. Sólo así podremos estar a la altura de otras ciudades, que también modernas como la nuestra, tienen un tránsito impecable y moderado.

La circulación de los camiones en cualquier momento del día (especialmente en la Av. Argentina y la Av. Elmer Faucett) hace que las vías alternas se conviertan en cuellos de botellas y espacios infranqueables para circular. Hace algunos días, me tocó vivir esta experiencia en la plaza dos de mayo, muy cercana la Av. Argentina. Luego de esperar cerca de 20 minutos para poder cruzar el óvalo que normalmente lo hace en un minuto – esto debido a inobservancia de normas de tránsito para el cruce “todos contra todos” y falta del criterio policial – busqué una ruta alterna hasta llegar al Callao; es durante mi recorrido por la Av. Argentina, a donde también había llegado el problema del no avance de los vehículos por la vía congestionada, observé una gran cantidad de camiones que también forman parte del problema, un problema mayúsculo debido a su tamaño.  En otras ciudades del país sólo les está permitido circular a los camiones de transporte de mercadería, materia prima y productos, en horas de la noche, o muy temprano en la mañana. Una observación a tener en cuenta.

CULPABLES? : FACILIDAD EN CRÉDITOS Y ENTRADA DE VEHÍCULOS DE SEGUNDA MANO.

En los años 80s existía orden – en la Avenida Abancay por Ejemplo - , pocos autos, pues también la explosión demográfica no se había dado aún, y una empresa del estado llamada ENATRU PERÚ, era la encargada de “administrar” los buses que servían para la movilidad de los ciudadanos. Eran rutas muy cortas, recién proliferaban los conos, los distritos inmensos.

Lamentablemente nuestros gobernantes tuvieron la intención, pero no la convicción de apostar por un sistema moderno de servicio público, como el Metro. Es recién que con el Presidente Alan García, en la segunda mitad del 80, se empieza una obra de éste tipo.

En el Gobierno de Alberto Fujimori, bajo el régimen de “Economía Social de Mercado” se flexibiliza el control del transporte y se permite la proliferación de las empresas de transporte, a las cuales sólo les bastaba tener unos cuantos vehículos y realizar los trámites administrativos correspondientes. Con éstas permisiones ingresaron las tan célebres “combis”, “cousters” y autos de segunda mano importados desde Tacna. Los modelos patrón de buses grandes y amplios dejaron de ser los protagonistas del “carnaval” del transporte capitalino.

Las cooperativas de ahorro, Asociaciones pro – vehículos, créditos desmedidos, entre otros similares, han hecho que las pistas no preparadas, y nunca imaginadas para albergar a tantos autos, colapsen.  Han hecho también posible éste drama del día a día, el desempleo, la necesidad de trabajo, la informalidad y la vista gorda de la que se hacen los gobernantes. Los créditos desmedidos y su constante impulso han colaborado a que la ciudad capital colapse de vehículos tanto como dedicados al servicio público, como de servicio privado.

LAS MAFIAS, LOS DATEROS Y LOS PARADEROS.

Conversando una de tantas veces, con un chofer de combi, le hice algunas preguntas precisas. Me respondió que el carro era alquilado, y debía pagar 100 soles por este concepto. Que hace alrededor de 4 vueltas (ida y vuelta de la ruta) y que cada una le demora un promedio de 3 horas. Me dice que la dueña o dueño tiene un total de 10 unidades, eso quiere decir que recibe 1000 soles diarios. Con un negocio tan prospero ¿Quién va a querer acogerse a la reforma? .  También tengamos muy presente que los transportistas ganan en “liquido” fuera de gastar gasolina entre otros, un promedio de 150 o 200 soles diarios. Usted cree que nuestros amigos transportistas van a desear acogerse a una reforma donde tendrán que usar una corbata , uniforme, un seguro social y cobrar la mitad o menos de lo que perciben actualmente al mes? Por supuesto que no.

Un taxista de tantos, haciendo una conversación sobre el tema, me dice con seguridad de que detrás de la famosa empresa de transporte “Orión” están políticos y hasta que ésta empresa financió la campaña de la Señora Susana Villarán. Sólo el tiempo afirmará o negará estas premisas entre otras que se cocinan en el hablar diario de los ciudadanos de a píe.

Los dateros, figura casi única en nuestro país, y que no se observa en otros países de américa latina son los que se encargan de decir cifras número a la – por lo menos los usuarios – no le encontramos sentido. Los encontramos en los paraderos y dicen 3 4 2, etc. No le encontramos lógica pero estos números quieren decir cómo van las otras unidades, cuantos minutos le llevan entre otras. Eso es fuego en la pólvora para pisar el acelerador, intentar “alcanzarlo” y hacer la carrerita para ver quien llega primero. Bueno fuera que con el mismo ímpetu procurarán cumplir sus rutas completas, sí, porque los usuarios debemos estar sometidos a la voluntad de los señores que hacen transporte público. Debemos estar supeditados a su buen humor para que nos lleven a donde su ruta les exige ir, pero que ellos no quieren ir, porque dan la vuelta en una avenida principal para aprovechar que por la demanda, hay más “pasajeros” en la ruta.

SANCIONES: NUEVAS Y  EJEMPLARES

Las sanciones en toda sociedad, intentan regular los comportamientos. Invertir un comportamiento negativo, fuera de lo permitido, por un comportamiento positivo y de acuerdo a lo que se espera para el bien de la sociedad.
Las sanciones (multas) se aplican, pero estas no se cumplen o se dan por omisas. Basta que exploté la conciencia espontanea de los ciudadanos, para hacer una “batida” de datos y visualizar que hay choferes que tienen más de 10 papeletas, llegando éstas en su máxima expresión a un total de 120 por unidad de transporte.

Parte de éste problema es la inoperancia y la complicidad de la policía nacional, que siendo muchas veces condescendientes no detienen a estos vehículos para llevarlos al depósito y por unas monedas terminan dejándolos operar. Nos hemos hecho la reflexión de que si estos malos choferes hubieran sido impedidos de conducir, cuántas muertes, atropellados e incapacitados se hubieran evitado? Cuántos hogares no hubieran sido despertados por la desgracia, la desdicha. Cuantas madres no hubieran enjuagado sus rostros con lágrimas por la pérdida de sus hijos. No se trata de ser abusivos y privar del trabajo a los transportistas, se trata de ponderar intereses  y hacer primar el de los ciudadanos.

Necesitamos la creación de un registro nacional de choferes incapacitados para manejar, un registro público donde se pueda visualizar los records de infracciones de las empresas de transporte. Un control policial eficiente para evitar tantos accidentes y muertes. Recordemos que la prevención es anticipó a toda desgracia.

Debemos también regular las sanciones para que no sean abusivas. Los transportistas con justo derecho, dicen que, en la región Callao se les cobra excesivamente por día, cuando sus vehículos tienen la desgracia de ser llevados al depósito, esto es cierto. Fuentes comentan que éste depósito le pertenece a la madre de un ex gobernante de esta provincia constitucional. Se debe evitar que por ser condescendiente con el clamor popular, se use y abuse del transportista para saciar la sed de indignación de la población. Todo debe estar orientado según el marco jurídico y los derechos fundamentales proscritos en nuestra constitución política.

El IMPACTO SOCIAL: A TENER EN CUENTA PARA UNA REFORMA.

Es necesaria una reforma, dar forma nuevamente al sistema de transporte urbano de la capital; y no sólo esto, también es importante adaptar la ciudad a la estatura de las grandes urbes del mundo. Nuestros gobernantes esperaron que siempre transitaran por las calles del centro, la carreta o el tranvía. Jamás esperaron que autos modernos lo hagan. Es una realidad, debemos ajustar nuestras calles, pistas, aceras, avenidas, a las necesidades actuales, pero eso es otra conversación.

Toda reforma conlleva beneficiados y afectados. Pero antes de hacerla es necesario hacer un estudio del costo – beneficio. Debemos considerar que de aplicar una reforma, miles de personas perderán el empleo y se quedarán literalmente en la calle. El desorden social, disturbios, huelga, etc. Son enemigos que necesariamente acompañaran el camino de la reforma, hay que estar preparados para ello.

Los técnicos y ciudadanos de a píe deben concertar para hacer viable este añoranza, sin descuidar el problema social que esto acarreará y buscarle una solución real y efectiva.


 MODELOS EXTRANJEROS.

Inglaterra nos lleva una diferencia notable de años en lo que a transporte refiere. El Underground construido hace más de 100 es años, es una ciudad, debajo de la misma ciudad. Posee una cantidad increíble de líneas y conexiones que, para cualquier visitante pueden convertirse en un grave problema de comprender. Esto ha favorecido el descongestionamiento en “la superficie” que es abordado por los tradicionales y famosos buses de dos pisos, los cuales sólo paran en los bus stop y poseen una exactitud increíble en el tiempo. Para el que habla, fue una sorpresa y novedad, ver como se el panel digital del bus stop, con exactitud “inglesa” iba descontando los segundos que faltaban para que llegue el bus articulado que esperaba, y éste, al llegar el número 0, llegó con precisión.

Si las autoridades hubieran continuado lo empezado en la década de los 80 por Alan García – cuando el transporte era aún manejable – otra sería la historia, pero en fin, así son las mezquindades de la política.
En Londres, y en las ciudades inglesas, no se usan monedas ni billetes para pagar el servicio de transporte. Se usan tarjetas recargables, que son muy prácticas de usar y evitan la necesidad del “cobrador humano” o la congestión al momento de pagarle al chofer – cobrador.

 Italia forma parte de la ruta europea por dónde circula el Eurorail, esto es un sistema de trenes que recorre casi todas las ciudades de Europa en un tiempo rápido. La comunidad europea está muy acostumbrada a hacer uso de él, y dado las distancias, muy acostumbrada a ir a países cercanos, tal como si nosotros fuéramos a Huancayo en unas cuantas horas.

El transporte Italiano público es moderno y ligeramente variado al de Inglaterra. También cuenta con subterráneo y buses articulados que también son conducidos por mujeres con total normalidad. La diferencia es la forma de pago: cuando se desea usar el bus, uno debe acercarse a una “tabaquería” y comprar el billete, el cual deberá pasar por un dispositivo al medio del bus. Claro está que si usted desea lo puede pasar o no, nadie le dirá nada. Si analizamos esto, la cultura italiana es distinta a la peruana, el italiano sabe que tiene que pasar el billete por el dispositivo, pero, el peruano qué haría?


Brasil a pesar de ser un país con una gran cantidad de población, ha sabido llevar adelante la frase de figura en su símbolo nacional: orden y progreso. El orden de su transporte es certero. Esto se debe también a la educación vial que imparten a los futuros ciudadanos desde la escuela y por la cultura urbana de su población. Así es, el orden viene por añadidura luego de una correcta cultura y educación.

A diferencia de otros modelos, sus buses, que son del mismo modelo y color, pero variante número y nomenclatura, según la ruta, tiene un cobrador en la parte interior, un cobrador que recibe el dinero, da el cambio, y permite ingresar al pasajero. Para los buses no se usa el sistema de tarjeta.

Para el subterráneo, que también conecta a gran parte de la ciudad, se puede usar tarjeta o monedas. Otra forma de aligerar el tránsito de “arriba” es mandando a los usuarios “abajo”, esto es a través del subterráneo.

México el supuesto modelo de caos y desorden en transporte, es todo lo contrario. Tiene un servicio de taxi ordenado que a mi criterio debería ser adoptado para el transporte de Lima: los taxis dejan de trabajar un día, según el último dígito de sus placas. Esto ayuda tremendamente a aligerar el tráfico del D.F.
En el D.F. podemos observar la presencia de un sistema de buses, tipo “Metropolitano” por toda la avenida reforma. Su sistema de Metro es sobre la pista y conecta a varios puntos de la ciudad. El sistema de buses, como hemos dicho, se asemeja mucho al que tenemos aquí en Lima, con el Metropolitano. El sistema de transporte de ésta urbe es señal de que no sólo debemos centrarnos en la cantidad de autos o el tipo de transporte, sino en las soluciones y reformas.

SOLUCIONES

Salidas por orden numérico: A ejemplo de México,  y como tiempos anteriores a los actuales, en el que por la escases del combustible, los vehículos no circulaban todos los días, el sistema debe adecuarse para que los taxis que terminan en un número determinado no circulen un día determinado. De esta manera se estará aligerando considerablemente el tránsito de la ciudad.

La misma dinámica podría aplicarse para los vehículos de las empresas de servicio y transporte de mercadería.  Consideramos que el uso de vehículos particulares en ocasiones, es muy necesario y por ello no se les podría prohibir su circulación en determinados días.

Empadronamiento y Distribución útil.

El primer paso para una reforma del transporte es la información de la masa humana. Saber cuántas personas se dedican al transporte público, cuántas lo hacen como choferes, cuántas lo hacen como cobradores, cuántos se ven beneficiados directa e indirectamente por ellos, etc. Todo esto con el fin de prever el impacto social negativo.

Una vez empadronados y registrados, podríamos empezar a hablar – según el tipo de acción – de una distribución útil, esto es, por municipalidades, entidades del Estado, etc. Se debe asegurar que estas personas que dejen de laborar como “transportistas” continúen llevando el sustento diario a sus hogares.

Tres choferes por unidad.

Un modo progresivo de ir reduciendo el parque automotor, es emplear tres choferes de una misma empresa, en un solo bus. El turno será de 6 horas, de acuerdo a los estándares internacionales. Esto es que si en Lima existen tres mil buses, usando esta lógico, se reducirían a mil.

Esta solución ayudará a mejorar el entorno laboral y la salud de los choferes. Recordemos que muchos de ellos conducen los buses, de manera excesiva, por más de 12 horas.

Retiro progresivo de unidades

Luego de lo explicado en el punto anterior, es lógico que deban retirarse progresivamente las unidades de transporte urbano. Esto es porque en nuestros tiempos hemos sobrepasado maratónicamente lo que Lima podía resistir en cantidad de vehículos para el uso del transporte público.

Reforma de rutas y conexiones

Es necesaria una reforma progresiva de las rutas de transporte. Actualmente – por mencionar sólo algunas – existen las siguientes rutas:

  • ·         Carabayllo – San Juan de Miraflores
  • ·         Callao – Cieneguilla
  • ·         Carabayllo – Villa el Salvador
  • ·         Puente Piedra – Villa María del Triunfo
  • ·         La Punta – Chosica

Entre otras de largo recorrido que desgastan a los choferes y cobradores, que por las rutas extensas obstruyen aún más las aceras de la capital y que por supuesto suman al stress citadino del día a día. Que gran cambio existiría si los trabajadores del transporte público tuvieran un control de salud emocional cercano y continúo. No sólo mejoraría su salud, sino también el servicio que brindan.
Reformar las rutas no implica desaparecerlas, sino sólo modificarlas. De esta manera un bus llegará a un tramo y luego se deberá tomar una “conexión” para llegar  al destino final. Acortando distancias, evitando largas horas en el volante, entre otras incomodidades, se ayudará a hacer más fluido el transporte público en la ciudad.

Control a taxistas y la promoción de uso de medios masivos de transporte público.

Ya se ha comenzado el empadronamiento de taxistas. Aunque ha presentado falencias, faltas de respeto a los necesitados de éste empadronamiento que se ven obligados a hacer largas colas para obtener un sello de “regrese” en un papel impreso con la tinta de la impunidad, se va logrando algo.

A falta de una uniformización en el color de carrocería de los taxis, se ha optado por colocar una malla de cuadros blancos y amarillos, ya es algo, pero no lo suficiente.

La unificación  y organización de los servicios de taxi debe ser controlada con la suspensión de días de trabajo (para aliviar la carga en el transporte), la creación de una base de datos única de taxistas, y los aportes que los taxistas deben brindar para contar con un seguro y un fondo de pensiones, entre otros.

Camiones: circulación por horas.

Para finalizar mencionaremos la problemática generada por la circulación de los camiones en horas de la mañana y tarde.

Los camiones facilitan la congestión vehicular en horas de la tarde y de la mañana. Especialmente en zonas cercanas al primer puerto.

Un transportista me mencionaba que en Bagua los camiones circulan sólo en horas de la noche y madrugada. No sería una mala idea adoptar ese modelo.