UNA VISITA INOLVIDABLE QUE NOS HA ALIMENTADO LA CULTURA Y LA FE.
El pueblo judío es un pueblo histórico, sabio y culto. Un pueblo ancestral, elegido por Yahvé para hacerlo “su pueblo” Un pueblo cuyo recorrido por la historia se encuentra desde hace siglos en el Pentateuco.
Un pueblo sufriente
por la persecución nazi. Un pueblo progresista y hábil para los negocios, las
ciencias, los avances tecnológicos y la industria.
Precisamente el pasado 30 de Julio,
llegamos desde Londres al aeropuerto de Tel Aviv. Nos dieron la bienvenida un
aeropuerto moderno, personas cálidas que también saben hablar español, y un
país lleno de historia de profundo valor histórico, en especial para todos los
que creemos en Cristo.
Llegados al Hotel ubicado en la
histórica ciudad de Jerusalén y luego de
descansar, nos dispusimos a visitar el centro de la ciudad. Una ciudad
ordenada, limpia, matizada por la venta de recuerdos que le trasladarán a uno a
esa visita inolvidable. Una banda de música de judíos nos va pintando el panorama
de la tarde.
Dentro del hebreo y el inglés con
- el cual nos comunicamos - también se nos aproxima nuestra lengua natal.
Contacto con mexicanos, argentinos y uruguayos, nos recuerdan que sólo estamos
de visita, y que con añoranza regresaremos a nuestro Perú para contar esta
maravilla experiencia.
LOS DÍAS DE PEREGRINAJE A LOS LUGARES SANTOS.
Todo cristiano que llega a
Israel, más que de turista, llega de peregrino para unirse más fuertemente con
la historia real y salvífica de Jesucristo, aquella historia que vivimos
nuevamente en aquellos lugares que leímos en la Biblia o que simplemente vimos
por películas en semana santa.
Es un espacio para el
recogimiento, la meditación, la oración por los que más queremos, por los que
más sufren y necesitan de esa fortaleza y paz que sólo nos da Dios.
El primer día de viaje por la
ciudad, al iniciar la jornada, nos detuvimos en un mirador que nos mostraba la
majestuosidad de la ciudad de Jerusalén: Desde esa posición se podía observar
la cúpula del domo (lugar donde para los judíos fue el cuasi sacrificio de
Isaac por manos de Abraham, y lugar donde para los miembros del Islam ascendió
a los cielos el profeta Mahoma) y los muros del antiguo templo de Jerusalén.
Son momentos que ponen a nuestra vista una toma inolvidable para el recuerdo.
La primera parada del “Peregrinaje cristiano” fue en la Basílica de la agonía, lugar dónde nuestro Señor sudó sangre antes de ser arrestado y entregarse por nosotros.
Delante del altar mayor del templo se puede tocar la roca, en la que según la tradición, oró nuestro Señor a Dios Padre: “Aparta de mi éste cáliz, pero que no se haga mi voluntad sino la tuya” (Lucas 22:42)
A las afueras de la Basílica aún
están los olivos. Uno de ellos fue
plantado por el Papa Pablo VI en su visita histórica a Tierra Santa en 1964.
Segundo recorrido del peregrinaje
fue la casa donde nació Juan el Bautista. En ella se encuentra un templo y el
lugar que marca el sitio exacto del nacimiento de Juan.
Antes de ingresar al templo se encuentra el
texto de la Sagrada Escritura en la que el ángel del Señor anuncia a Zacarías
que Isabel concebiría un hijo. Es un momento para recordar al precursor de
Jesús y a todos nuestros parientes y amigos que llevan por nombre Juan.
Luego nos dirigimos a Palestina,
exactamente a Belén (Bethelem) lugar donde nació la luz del mundo: nuestro
Señor Jesucristo.
Es emocionante ingresar a la Basílica de la Natividad (por
una puerta llamada puerta de la humildad) y recordar las navidades, las
circunstancias en las que nuestro Señor nació de la Virgen María, su madre, y
madre nuestra.
Es encontrarse con el momento crucial de la historia, de aquél
niño que la dividió en dos.
Ya dentro de la Basílica de la
natividad, nos comunica la guía (que es cristiana israelita) que el templo está
cuidado por: armenios, ortodoxos y católicos. La parte que corresponda al lugar
exacto del nacimiento, y donde fue puesto el pesebre, está resguardado por los
franciscanos. Es momento de oración y gratitud en éste lugar donde nació
nuestro Señor Jesucristo.
Nos decía la guía que en este
lugar no existen dudas del nacimiento de Jesús. Citando las escrituras
nos
recuerda la cueva, el pesebre y los pañales que envolvieron al niño Dios.
Se encuentra conexa a la Basílica
de la Natividad, la primera tumba de San Jerónimo (el que tradujo la Biblia) y
el templo dónde cada 25 de diciembre se transmite al mundo la Misa de gallo.
Finalizado el primer día de
recorrido por los lugares santos, al siguiente visitamos otros lugares
importantísimos para el cristianismo: El Gólgota, el lugar de la crucifixión; La
piedra de la unción (lugar donde fue preparado con aceites y perfumes el cuerpo
de Jesús) y el Santo Sepulcro, lugar donde Cristo salió triunfante, luego de
vencer a la muerte. Todos estos lugares están relacionados con la pasión,
muerte y resurrección de Jesucristo.
Terminado éste recorrido caminamos por la vía dolorosa, lugar donde transito Jesús
cargando su cruz. En una estación se encuentra un cartel que recuerda la ayuda
que brindó el Cireneo a Cristo, al ayudarle a cargar la cruz.
Sin duda el poder visitar estos lugares históricos para el cristianismo, más que un privilegio constituye una bendición. Estar personalmente en estos lugares nos lleva a graficar en nuestras mentes la verdadera historia de obediencia, amor y entrega de Jesucristo, y el propósito de ella: nuestra salvación.
Sin duda el poder visitar estos lugares históricos para el cristianismo, más que un privilegio constituye una bendición. Estar personalmente en estos lugares nos lleva a graficar en nuestras mentes la verdadera historia de obediencia, amor y entrega de Jesucristo, y el propósito de ella: nuestra salvación.
Es necesario tomarse un día para
visitar la fortaleza de Masada (construida por el Rey Herodes "El grande") y el Mar muerto.
La fortaleza de Masada es un
monumento histórico ubicado en el desierto, exactamente a 400 metros bajo el
nivel del mar. Es necesario subir por teleférico desde la parte baja hasta la
cumbre donde se encuentra la fortaleza. Es un espacio histórico y
arquitectónico.
Luego se visita el mar muerto
(donde se cree estaba ubicada Sodoma y Gomorra) que está además altamente salinizado.
Antes de llegar al mar se encuentran unas piscinas de azufre que en las cuales uno puede bañarse para ayudar a limpiar piel.
Antes de llegar al mar se encuentran unas piscinas de azufre que en las cuales uno puede bañarse para ayudar a limpiar piel.
En el mismo mar es necesario usar
sandalias por las piedras de sal que están presentes desde la orilla. No es
necesario nadar porque por la sal, uno flota. Al salir del mar uno puede
echarse barro que tiene propiedades curativas.
PEREGRINANDO
A GALILEA
Galilea se encuentra al Norte de
Israel, a dos horas por carretera. Es un lugar de temperatura calurosa y que
acoge en su territorio la historia de hechos ciertos que podemos encontrar en
las sagradas escrituras.
Llegamos a Nazaret, hacemos una
parada para refrescarse y comprar algunos recuerdos y visitamos la casa de María. En ésta casa
(hasta ahora existente) se apareció el arcángel Gabriel y hablo a María con un singular saludo: “Bendita tú entre todas
las mujeres” (Lucas 1:42)
:
Se encuentran en éste mismo lugar
un templo que en su interior alberga regalos marianos ofrecidos por diversas
naciones (destacamos el de la virgen de la Puerta de Otuzco ofrecido por el
Perú) y la casa dónde vivió la sagrada
familia (Jesús, José y María). Y llegó y habitó en una ciudad llamada
Nazaret, para que se cumpliera lo que fue dicho por medio de los profetas: Será
llamado Nazareno (Mateo 2: 23)
En la misma región de Galilea,
nos dirigimos al lugar de la multiplicación de los panes. El lugar es
custodiado por los benedictinos. “Y los
que comieron fueron como 5 mil hombres, sin contar niños ni mujeres” (Mateo
14:20)
En Cafarnaúm, llamada “La ciudad
de Jesús”, se encuentra aún en píe la sinagoga donde el predicaba y la casa de
Pedro. Recordemos que en éste lugar el curó de la fiebre a su suegra:
Finalmente visitamos el rio
Jordán, el lugar dónde Jesús fue bautizado por Juan, el bautista. En el lugar
se han construido espacios para que los visitantes puedan prepararse para
bañarse en el río.
En este río de aguas verdes claras
se sienten los pescadillos que nos hacen cosquillas a los pies. Se puede
alquilar una túnica blanca y “re bautizarse” en estas aguas. Una experiencia
que nunca olvidaremos.
Entonces Jesús llegó de Galilea al Jordán, a donde estaba Juan, para
ser bautizado por él. Pero Juan trató de impedírselo, diciendo: Yo necesito ser
bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? (Mateo 3:13 - 14)
Con el Jordán terminamos nuestra
visita a Galilea, una región que es muchas veces nombrada en los Evangelios.
EL CONTACTO
CON LOS LUGARES PROPIOS DEL PUEBLO JUDÍO.
Visitamos en el Shabat el muro de
los lamentos, lugar de profundo significado para el pueblo judío puesto que
estos muros fueron los muros del templo de Salomón. En este templo se
encontraba la presencia real de Dios.
Para ingresar se debe usar la Ki
pah (especie de sombrerillo que se coloca sobre la coronilla de la cabeza). Es
tradición dejar una carta con deseos entre las rendijas de las piedras del
muro. Detrás de éstos muros se encuentra el domo, que es el lugar dónde para
los judíos Abraham estuvo a puno de
sacrificar a Isaac. El domo es un lugar que
– por alguna especie de acuerdo bilateral del cual hoy se lamentan los judíos - le corresponde a los Islámicos.
Terminada la visita nos dirigimos
a otro lugar de profundo significado para el judaísmo: el monte Sión. En el
monte se encuentran la tumba del rey David y la Iglesia de la dormición, donde
María, luego de quedar dormida, fue asunta al cielo en cuerpo y alma.
LA
CONVIVENCIA CON LA CULTURA Y LA RELIGIÓN JUDÍA.
A modo de finalizar es importante mencionar que la cultura judía
está muy arraigada en su pueblo.
Se basa en el antiguo testamento y es de notarse mucho en la
forma de vestir, de usar barba, o no cortarse las patillas de la cabeza.
El Shabat es cumplido religiosamente,
literalmente. Desde el viernes por la tarde se
empieza a vivir este día, el cual podemos apreciar se encuentra nombrado en los
evangelios como el día del reposo: Y
cuando lo vieron los fariseos, le dijeron: Mira, tus discípulos hacen lo que no
es lícito hacer en el día de reposo (Mateo 12:2)
En este día los judíos no pueden
usar el carro, usar nada que funcione a corriente, incluso presionar el botón
de grabar una cámara de video o tomar una foto. Es curioso que los ascensores
de los hoteles son programados para abrirse cada dos pisos, sin necesidad de
pulsar algún botón.